¿Qué es un crédito hipotecario?
El crédito hipotecario es un préstamo a mediano o largo plazo que se otorga para la compra, ampliación, reparación o construcción de bienes inmuebles como una vivienda, compra de sitios, oficinas o locales comerciales. Sobre la propiedad adquirida queda constituida una garantía (o hipoteca) a favor de la institución que financia la compra, con el objeto de asegurar el pago del crédito.
Sin embargo, también un crédito hipotecario puede ser otorgado "para fines generales", es decir, para utilizar el dinero en los proyectos que el cliente que recibe el préstamo desee llevar a cabo. En este caso, también se utiliza un bien inmueble para ser hipotecado y quedar como garantía del pago del préstamo recibido.
Lo primero a tener en consideración es saber si lo decisión de endeudamiento es realmente necesaria en las condiciones que se ofrecen. Para esto uno debe hacerse las siguientes preguntas:
¿Estoy satisfaciendo una necesidad o es sólo un deseo? Obviamente que son más importante las necesidades que los deseos y, además, las necesidades deben estar en orden de prioridad para la persona, asegurándose de satisfacer las necesidades más urgentes primero.
¿Es necesario satisfacer la necesidad de inmediato o puedo esperar y ahorrar para satisfacer dicha necesidad?
¿Estoy dispuesto a asumir mayores compromisos por satisfacer dicha necesidad?
Una vez realizadas estas preguntas se empieza a pensar en pedir un crédito hipotecario.
¿Cómo funciona?
Antes de pedir un crédito hipotecario usted debe evaluar su capacidad de pago, considere que los dividendos hipotecarios se sumarán a los gastos mensuales que ya tiene.
Para estimar la capacidad de pago de un crédito de este tipo, comience por determinar cuál es su ingreso total mensual, esto es, su sueldo más cualquier otro tipo de renta que perciba, como arriendos, pensiones, etc. De ese monto, reste sus gastos fijos, como arriendo o dividendo, cuentas de servicios básicos, pago de colegio o universidad, alimentación, transporte, entre otros.
Si usted tiene otro tipo de compromisos, como compras a plazo, también debe incluir el monto de la cuota correspondiente como parte de sus gastos.
Finalmente, el saldo de este ejercicio le indicará su capacidad para asumir un crédito hipotecario. No olvide que siempre pueden surgir gastos no contemplados, por lo que es recomendable tener un monto destinado a cubrir esas necesidades, sobre todo pensando que los créditos hipotecarios se contratan a varios años.
Tenga presente que varias instituciones recomiendan que el valor del futuro dividendo sea como máximo equivalente al 25% del ingreso total de quien está solicitando el crédito hipotecario o en conjunto con su aval.
Para obtener un crédito hipotecario debe superar la evaluación a la que lo someta el banco.
Actualmente, la oferta de créditos hipotecarios es bastante amplia, abarcando distintos tipos de instituciones financieras, como bancos, cooperativas y compañías de seguros.
Para evaluar su crédito hipotecario, ellos le solicitarán información para evaluar su situación crediticia y comprobar su capacidad de pago, lo que condicionará tanto el otorgamiento como las condiciones del crédito que le ofrezcan.
Algunos requisitos para comprobar su capacidad de pago son:
Para trabajadores dependientes, copia de sus últimas liquidaciones de sueldo.
Copia de su contrato, si corresponde, para acreditar antigüedad laboral.
Cédula de identidad.
Para trabajadores independientes, declaraciones de renta que acrediten sus ingresos
Acreditación de otros bienes que pueda tener como autos, participación en empresas, bienes raíces, etc.
En caso de complementar renta con otra persona, le serán solicitados los mismos antecedentes.
Además, se le solicitarán todos los antecedentes de la propiedad que está comprando de manera de confirmar que se podrá poner a nombre del deudor e hipotecar a nombre del banco.
El banco puede exigir al cliente tener una tercera persona como aval para otorgar un crédito hipotecario.
Las instituciones pueden solicitar al cliente que presente un aval como una forma de obtener una segunda fuente de pago en caso de que el cliente no cancele el crédito. Esta situación forma parte de las políticas comerciales de la institución.
Por último, debe tener en cuenta que cada institución, más allá del cumplimiento legal, posee autonomía para establecer las condiciones que estimen conveniente al momento de otorgar el crédito.
A diferencia de los créditos de consumo, en operaciones hipotecarias se requieren seguros. La normativa exige a las instituciones financieras que los créditos hipotecarios estén resguardados por dos tipos de seguros. El primero es el de desgravamen, que cubre el saldo de la deuda al momento del fallecimiento del deudor. El segundo es el de incendio, que normalmente cubre sólo el saldo de la deuda si el bien raíz se siniestra.
Siempre revise las condiciones de las pólizas de seguros ofrecidos para que comprenda cabalmente sus coberturas y costos, pudiendo comparar de mejor manera entre distintas opciones.
Vía: Educa Portal de Educación Financiera de la Comisión Para El Mercado Financiero